El anonimato y la viralidad de las redes sociales han creado un caldo de cultivo para los ataques al honor, la intimidad y la propia imagen. Comentarios injuriosos, publicaciones falsas o el uso no consentido de fotografías pueden causar un daño personal y profesional incalculable. La ley, sin embargo, ofrece herramientas para defenderse.
Identificar la Vulneración: Honor, Intimidad e Imagen
El derecho al honor protege nuestra reputación y buen nombre. La intimidad ampara nuestro espacio personal y familiar frente a injerencias de terceros. El derecho a la propia imagen impide la captación o publicación de nuestra imagen sin consentimiento. Una publicación puede vulnerar uno o varios de estos derechos a la vez. Es fundamental identificar qué tipo de ataque se está produciendo para enfocar correctamente la defensa.
Primeros Pasos: Recopilar Pruebas y Requerir la Retirada
Lo primero es actuar con rapidez para preservar las pruebas. Realiza capturas de pantalla de las publicaciones ofensivas, guardando la URL y, si es posible, los datos del perfil que las ha emitido. Un acta notarial puede dar fe del contenido y es una prueba muy sólida. A continuación, se puede enviar un requerimiento fehaciente (como un burofax) al autor y a la plataforma para que retiren el contenido. Las propias redes sociales tienen canales de denuncia que conviene utilizar.
La Vía Judicial: Civil y Penal
Si la retirada no se produce o el daño ya está hecho, se puede acudir a la vía judicial. La vía civil permite solicitar una indemnización por los daños y perjuicios morales causados. La vía penal está reservada para los casos más graves, como los delitos de injurias y calumnias. En ambos casos, es crucial contar con un abogado especializado que pueda valorar la viabilidad de la acción y diseñar la mejor estrategia para restaurar tu reputación.

